30 July, 2007

MUJER AL VOLANTE...

El sábado me quitaron el bolso: monedero, llaves, móvil… Si tienes un blog y te pasan según que cosas, tienes que postearlas, así que esta semana me dedicaré a esas cosas, a ver si me pongo al día y me lio con el Love Post Project de una vez y me olvido de trenes, de jueves y demás mandangas y mi vida cotidiana deja de darme vidilla para el blog. Jopelines que yo quería llamar a mi blog Jardín de Blancos Jazmines y esto es tan romántico como un cactus envasado al vacio!

No hice un post de un pequeño accidente que tuve hace un par de meses con mi coche nuevo (3000 km!!!!), bueno yo no lo tuve, yo estaba parada y la tonta de atrás no frenó a tiempo y la de detrás suyo tampoco. LadyStress tuvo el placer de tener la primicia de los hechos y creo que estará de acuerdo en que hubiera valido la pena escribir en caliente.

Domingo por la mañana, tengo entradas para las motos, gentileza del curro, pero he pasado tres dias con esa gentuza en Italia y me da mucho palo, el calor, la caravana y ellos. Prefiero irme a la playa. Regalo las entradas y me pongo el bikini y los manguitos. Estado de la carretera: tirando–parando-en cualquier momento se lía la caravana. Paro al acercarme a una rotonda, tengo distancia con el de adelante, que todos los findes es lo mismo, esa caravana tonta que tira y no tira y esos golpecitos en cadena. Miro por el retrovisor, me va a dar. Frena burra. Levanto el pie del freno, que no me de con el coche frenado que es peor y tratro de esconder la cabeza entre los hombros. Frena!!!! Frena demasiado tarde, me pega y la de atrás la pega a ella, me llevo dos golpes. Coche nuevo. 3000 km a pagar en 10 años (y por que no podía ser en más, tremenda inversión). Por suerte yo no lo doy al de adelante (distancia de seguridad la llaman).

Respiro. Tiemblo toda yo pero estoy bien. Abro la guantera. Cojo los papeles del seguro y el parte amistoso. Me bajo. La del tercer coche se baja y corre al segundo gritando histérica “hija de puta que haces?” Se cae al suelo. Dejo los papeles en el coche y corro a ver que le pasa. Su amiga llora desconsolada pero no veo que les haya pasado nada. Abro la puerta del segundo coche. “Estas bien?” “Si” Baja del coche se pone a llorar y se deja caer de rodillas, la aguanto como puedo y la ayudo a sentarse apoyada en el guardarrail. Vamos tranquila no ha sido nada. Llora y jadea como que le falta aire. Asumo que me toca el papel de “tranquilas chicas, sois imbéciles pero no ha pasado nada”.

Quito la llave del segundo y el tercer coche. El tercero pierde gasolina. Arranco el mio y lo aparto todo lo que puedo para entorpecer el tráfico lo más mínimo. No encuentro el mechero.

En el otro carril se lía una caravana y un choteo de narices. Abro el maletero del tercer coche, saco un triángulo y echo a andar para ponerlo en su sitio cuando aparece un árbrito. Si, un árbitro. Un señor bajito y muy flaco con su camiseta de rayas blancas y negras, pantalón corto negro, sus minchetas, sus botas de tacos y su silbato colgando. Tranquila ya voy yo. Tu estate por ellas. Noto que mis cejas toman vida propia y escalan por mi frente. Esto tiene que ser una cámara oculta. El señor arbitro coloca el triángulo a la distancia reglamentaria como si hubiera pitado una falta y se pone a dirigir el tráfico con un “Circulen ya coño” que muestra años de experiencia en los campos de la tercera regional del Baix Llobregat.

Las cuatro íbamos a la playa, treintaypico, atuendo ligerito cada una a su estilo, ideal para un chiringuito pero no para pasear o desmayarse en un arcén. De un coche han preguntado su alguna quería un boca a boca.

Me pasan un telefono “no se quien es” balbucea. “oiga, ha habido un accidente?” “mmm si”. (Me da un poco de vergüenza llamarlo accidente. Eso debe ser un incidente, un percance o un contratiempo, digo yo). “Han pedido 3 ambulancias” “en todo caso 2, yo estoy bien y creo que las otras dos solo estan nerviosas”. “Digame donde estan” “en la carretera que va a la playa delante del campo de futbol”…”y yo que se como se llama la carreterra…no no veo el km, viene la poli, ya se lo dicen ellos".

Esas tipas necesitaban un par de bofetadas. Aparecen 2 coches de la Policia Local. 2 Coches de Mossos. 2 camiones de bomberos y tres ambulancias. Dios mio que despliegue. Dios mio, que vergüenza. Espero que no haya nadie que necesite de verdad una ambulancia y tenga que esperar por estas exageradas.

Ni los polis ni los bomberos entienden nada. Ha habido un golpecito de nada y el drama que se encuentran es de película. “je, si, parece que las chicas se han puesto un poco nerviosas”. Me miran dándome la razón. Un bombero me pregunta riéndose “Tu estas bien, no” “si” y pienso que el si que no está nada mal y que cumple el tópico del bombero atractivo. Rubio, pelo rizado, ojos verdes y sonrisa de golfillo. Ideal para el mes de agosto del calendario.

El árbrito cede su puesto a un local y se marcha corriendo por donde (¿por dónde?) había venido (aparecido). Los bomberos me dan fuego (por fin ese cigarrillo) y se van. A las figaflors se las llevan en las ambulancias con oxígeno! Los mossos preaparan un atestado. Yo me voy a la playa preguntandome si no hubiera tenido que hacer un poco de drama yo tambien, o si es que soy poco femenina por no desmayarme o llorar a las primeras de cambio. O poco feminista. O si soy un poco mala por no tener penita de las dos “heridas”. O si le tenía que haber tirado la caña al bombero.

Mañana: Mira que escoger mi bolso!

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